Permítanme que empiece con una frase de May Sarton: “Todo lo que nos frena y obliga a la paciencia, lo que nos devuelve a los lentos círculos de la naturaleza, es una ayuda”. La cita es del siglo pasado (falleció en 1995), cuando ni el medioambiente, ni mucho menos la circularidad, protagonizaban el debate social, pero sin duda la poetisa estadounidense fue una visionaria.

Mucho después, el año 2020 obligó a la sociedad a frenar en seco, a apearse del ritmo frenético en que había convertido sus días y a pensar en lo que realmente importa. La pandemia de la COVID-19, la más grave de nuestra historia reciente, nos dio ese tiempo del que nos habíamos privado para recapacitar y confirmar, ya sin dobleces, la conexión entre medioambiente, salud y economía. Esto hizo a Ecoembes comenzar 2021 con un renovado impulso, siendo este ejercicio un año clave para la circularidad porque hemos pasado de la convicción a la ambición.

El marco normativo es cada vez más exigente, como respuesta a la emergencia ambiental que vivimos. Una exigencia que debe ir unida a la máxima ambición, proporcionalidad con el entorno y las opciones y el consenso de todos. Tenemos ante nosotros un nuevo ciclo en medio de un contexto socioeconómico global extremadamente complejo que reafirma a la economía circular como el único modelo posible en la construcción de un futuro para el planeta y quienes lo habitamos.

Acompasado con esta coyuntura, 2021 marca el inicio del nuevo Plan Estratégico de Ecoembes, para dar una respuesta adaptada a los nuevos retos, evolucionar el modelo y contribuir a una verdadera economía circular desde la sostenibilidad de los envases, pero también desde otros ámbitos, como la educación y el cuidado de los ecosistemas, por medio de iniciativas que refuerzan nuestra actividad principal.

Vivimos por tanto un contexto complicado en el que se requiere más liderazgo que nunca, pero no como se concebía hasta ahora: de aquí en adelante debe ser compartido y a la altura de los retos que se nos enfrentan. Y eso nos obliga a marcarnos, junto con todas las empresas que forman parte de Ecoembes, objetivos que vayan más allá de lo que estrictamente exige la ley.

El momento actual permite abrir una puerta al optimismo: hay un movimiento empresarial cada vez más decidido que ya avanza desde el compromiso y la acción circular. Un compromiso que ha saltado del ámbito de la responsabilidad social corporativa a los planes estratégicos y a los consejos de administración, donde las soluciones de envasado sostenible, la reducción y la reutilización se abren paso firme en el mercado.

Ecoembes, facilitador del proceso de reciclaje, se configura así como agente clave en el ecosistema de la circularidad que apuesta decididamente por la colaboración público-privada, pero no se queda ahí: nuestro objetivo es ser motor, catalizador del cambio y aliado que acompaña a ciudadanos, administraciones públicas y empresas en el proceso transformador que estamos viviendo.

Afortunadamente, si algo hemos aprendido durante la pandemia, es que cuando todos remamos alineados en una misma dirección, no hay reto, por difícil que parezca, que no podamos alcanzar. Y el reto compartido que tenemos ahora es inmenso: revertir el cambio climático y construir un nuevo modelo de desarrollo socioeconómico más próspero, inclusivo y circular.

En Ecoembes llevamos un cuarto de siglo creyendo que ese sueño es posible, contribuyendo a su consecución desde nuestro ecosistema de la circularidad de los envases. Con este foco hemos abordado 2021, doce meses apasionantes y plagados de desafíos para todos, que hemos vivido con un profundo sentido de la responsabilidad y desde la oportunidad de ser parte del cambio.

2021 también ha sido el primer ejercicio de nuestro Plan Estratégico 2021-2023. Hacemos de él un balance positivo ya que ha supuesto para nuestra organización avances significativos tanto en el modelo operacional como en el relacional. Porque tan importante es qué hacemos como para qué y cómo lo hacemos. Sin olvidar nunca nuestro propósito, que es contribuir a la sostenibilidad ambiental alcanzando la circularidad de los envases. En Ecoembes no nos conformamos y pensamos que siempre se puede ir más allá, hacer las cosas mejor.

Como organización nos hemos propuesto fortalecer el modelo de gobierno a través de un conjunto de principios renovados, buenas prácticas alineadas con las tendencias de buen gobierno y una nueva estructura de gobernanza, con espacios donde desplegar la escucha activa, el diálogo y la colaboración, en aras del futuro circular.

Dentro de los objetivos del Plan Estratégico se encuentra mantener nuestra posición como referentes en innovación, en educación y sensibilización social. Consideramos la innovación como una palanca indispensable para acelerar la transición a la circularidad; desde nuestro laboratorio TheCircularLab apostamos por la búsqueda de soluciones disruptivas basadas en la colaboración, que tengan un impacto positivo en la sociedad y su entorno. Igual de importante es para nosotros el apoyo a la educación y la sensibilización de la ciudadanía, con proyectos como Naturaliza y LIBERA. Porque un futuro circular solo es posible con ciudadanos informados, concienciados y convencidos de la necesidad del cambio, y eso pasa inevitablemente por la educación.

Continuando con los objetivos del Plan Estratégico, queremos que nuestro mensaje sea inclusivo y universal, y para lograrlo hemos desarrollado herramientas de conexión con nuestro entorno, como el nuevo Portal Transparencia, constituyendo una plataforma de datos e información detallada y permanentemente actualizada. Otro exponente de esos avances han sido TheCircularCampus, nuestro centro de conocimiento y formación en circularidad y envases para empresas.

Desde aquellos primeros contenedores y plantas de reciclaje con los que comenzamos hace ya más de 25 años hasta hoy, hemos recorrido un largo camino. Pero lo más importante es que lo hemos recorrido juntos. El mensaje ha calado en la sociedad. Según el estudio “Hábitos de la población española ante el reciclaje”, 4 de cada 5 ciudadanos (el 83% de los encuestados) declaran tener, de media, 3 cubos, bolsas o espacios en casa para reciclar; en 2015, solo el 72% afirmaba reciclar a diario. Pero tenemos que seguir dando pasos para hacer crecer esa cifra. Porque el ciudadano ni recicla siempre todo ni lo hace siempre bien. De nuevo, podemos seguir mejorando. Durante 2021 hemos llegado a más colectivos, estrechando vínculos y alineando esfuerzos con nuestros cada vez más numerosos compañeros de viaje en esta aventura circular. La clave es aunar voluntades en torno a un propósito común y generar un proyecto de futuro desde el valor compartido.

Eso es lo que nos da fuerza y nos hace mirar con optimismo hacia adelante. Contamos con un gran equipo de profesionales que han hecho suyos nuestros objetivos como organización, a los que desde aquí aprovecho para felicitar por su esfuerzo y compromiso. Con su energía, colaborando estrechamente con unas empresas comprometidas, unas instituciones locales y autonómicas involucradas y unos ciudadanos cada vez más concienciados, nuestra fuerza es imparable.

El deseo que nos inspira y nos moviliza cada día es el de catalizar esos esfuerzos y aglutinar esas voluntades alrededor de la responsabilidad compartida del reciclaje de los envases. Y lo hacemos con la ambición de ir más allá y, con la Agenda 2030 como guía, contribuir a la construcción de un futuro más verde, justo y sostenible para todos.