La ciencia ha demostrado que el modelo lineal en el que se ha basado nuestra economía está traspasando los límites naturales de nuestro planeta, provocando profundas consecuencias ambientales, sociales y económicas. Aunque evolucionar a un sistema circular supone un desafío sin precedentes, ya hemos podido constatar algunos de los indudables beneficios de este cambio en marcha. Entre ellos, la reducción de emisiones de dióxido de carbono, la recuperación de la naturaleza o la generación de nuevas oportunidades de desarrollo económico.
Estos beneficios han sido posibles gracias a que hace años ya se empezaron a dar pasos hacia la circularidad, con ambición y con una clara vocación de transformación. Pasos como los que se dieron hace algo más de un cuarto de siglo, cuando los contenedores de colores empezaron a aparecer en las calles españolas. Era un momento en que la conciencia ambiental era incipiente y las infraestructuras, limitadas. El reto era enorme. Pero también las ganas y la convicción de que había que evolucionar. Lo sé porque yo estaba ahí, con un Ecoembes dando sus primeros pasos y, junto con muchos otros, comenzando este apasionante viaje de convertir los residuos en recursos.
Hoy, gracias a un esfuerzo colectivo de Administraciones públicas, empresas y ciudadanía, estamos orgullosos de haber conseguido que 1,68 millones de toneladas de envases se reciclen y puedan tener una segunda vida, posicionándonos entre los 10 primeros recicladores de envases de Europa y contribuyendo a que el reciclaje se haya convertido en la conducta ambiental más extendida entre los ciudadanos. Son logros que hay que celebrar, aunque para nosotros tan solo marcan un hito en el camino: entre otros objetivos, desde Ecoembes trabajaremos para posicionar a España entre los cinco principales recicladores de envases a nivel europeo.
Pero también sabemos que esto ya no es suficiente. Somos conscientes de que ya no vale solo con reciclar. Hay que hacer más. Y de ahí nuestro propósito: trabajar por un futuro sin residuos. Un propósito en el que el cómo importa tanto como el qué, y por eso lo haremos siempre generando un impacto positivo en la vida de las personas y en el medioambiente -como motor de empleo, agente activo en la erradicación de la basuraleza y promotor de sociedades más inclusivas y justas. Una ambición -y un compromiso- que recogemos en nuestro nuevo Plan Estratégico 2024-2026, diseñado con la mirada puesta en el año 2030 y con el que, además, queremos evolucionar y crecer como organización.
Como mencionaba antes, sabemos que el reciclaje por sí solo ya no es suficiente, y tampoco basta solo con sumar la reducción o la reutilización a la fórmula. Para seguir avanzando en esta senda es necesaria la corresponsabilidad. Que todos y cada uno de los sectores de la economía y la sociedad pasen a la acción. Y para ello debemos impulsar un cambio de mentalidad a través de la educación y la concienciación, que alcance desde los hábitos individuales y cotidianos hasta la cultura empresarial. Esto requiere de un enfoque transversal y cooperativo, entendiendo que el éxito depende de una colaboración honesta, abierta y transparente entre empresas, administración, sociedad civil y ciudadanía.
Y con esta visión, hemos construido nuestro nuevo Plan Estratégico. Desde la colaboración y con una perspectiva holística perfilada por criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza, por sus siglas en inglés), que nos permitirá potenciar el rol de Ecoembes como agente de cambio hacia la circularidad y de mejora de la salud social y medioambiental. Apostamos, por tanto, por un modelo de gestión y liderazgo responsable y una propuesta de valor que integra desde proyectos de generación de talento circular, como TheCircularCampus -donde hemos facilitado la formación a más de 18.100 profesionales-, hasta la lucha contra la basulareza a través del movimiento LIBERA -que impulsamos en alianza con SEO/BirdLife y donde hemos movilizado a más de 165.000 liberadores y liberadoras-; o iniciativas que han facilitado la inserción laboral de más de 2.500 personas de entornos vulnerables, por destacar algunos ejemplos.
Otra labor que potenciamos y consideramos fundamental es la de ayudar a las empresas a afrontar las novedades legislativas que se han producido en los últimos años, garantizando su cumplimiento. Nunca en la historia de la Unión Europea se habían puesto en marcha tantas directivas y reglamentos sobre gestión de residuos en tan poco espacio de tiempo. Esta es la razón por la que, desde Ecoembes, vamos a impulsar una solución integral para ayudar a las empresas a cumplir con la Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) de todos sus envases.
Este es un paso más en nuestra evolución y en el camino por consolidar un modelo circular y alcanzar un futuro sin residuos. Con la colaboración de todos los agentes implicados, estamos seguros de que podemos alcanzar nuestras metas y construir un futuro más verde, próspero e inclusivo para todas las personas. Pero sabemos que lo más importante es seguir caminando porque, como decía Jane Goodall: “No se puede pasar un solo día sin tener un impacto en el mundo que nos rodea”. Lo que hacemos marca la diferencia, y tenemos que decidir qué tipo de diferencia queremos hacer.